Mi "hora libre"

- si pudiera ya me habría sonrojado - susurre en su oido era cierto menos mal que no podía o ya me habría sonrojado hasta la punta de la nariz - esque no estoy segura de que este a la altura de mi marido como para engañarlo... - comente soltando despues la misma risita de antes. Mire hacia la puerta que seguia cerrada menos mal... y despues busque un reloj pero no había ninguno a mi vista, esperaba que ahora no llegara nadie a interumpir e incordiar...

Me rei con cierta picardia a escuchar su pregunta pero a la vez que continuaba nuestro pequeño juego me causaba cierto nerviosismo el pensar que podría entrar cualquiera por esa puerta que tenía justo en frente y cierto que antes de que pudieran ver algo ambos podríamos estar en lados opuestos de la habitación pero aun así...

Quizás yo era algo... la palabra acertada sería ¿Clásica? lo que Alice hubiera llamado como anticuada, suspire dejandome llevar una vez más por sus besos y leves mordiscos - ¿Cómo puede pensar que una mujer casada como yo esta sugiriendo algo así? - dije mordiendome al labio inferior para reirme despues y añadir susurrando - ¿pero antes de que demuestre nada tiene encuenta lo que podría pasar si entrara alguien por esa puerta? - lo mire a los ojos y despues mire la puerta.

-Mataría a quien osase estropear este momento... nuestro momento.-
Acaricié su rostro clavando mis ojos del color del topacio líquido en los suyos, sumamente preciosos para demostrarle que lo que acababa de decir era verdad... aquí y en donde fuese, mataría por la mujer que tenía enfrente.

La atraje hacia mí, juntando mis labios con los suyos y empezando a acariciarlos mutuamente, mientras mi mano seguía recorriendo centímetro a centímetro su pierna con un tono cariñoso pero sensual al mismo tiempo.
Apartandole el pelo de la cara,continuando e intensificando un poco el beso, no quería que ese momento acabase... sin importarle ya el juego u otra cosa... lo único que tenía en mente era el cuerpo de Esme.

- Sería un titular muy favorecedor para los periodicos "reconocido doctor asesina con un bisturi a un hombre por mirar a su esposa" - dije bromeando. Era divertido a la vez que un poco aterrador imaginar a Carlisle matar a algún humano por celos o algo por el estilo, sí sin duda era bastante aterrador a la par que divertido.

Mis pensamientos se disiparon cuando volvio a unir sus labios a la mia, centrandose ahora mi mente por entero en Carlisle, en sus suaves y dulces labios, en sus manos igual de suaves, frias y segura de sus caricias sobre la tela de mi falda que cubria mi pierna. Durante el tiempo que duraba el beso deje de pensar en la posibilidad de que alguien pudiera pillarnos...

-Me parece casi indignante que no me conozcas... yo lo haría con mis propias manos... nunca uso el arma del crimen.- Reí entre dientes parando entre beso y beso, notando como ella también estaba entregada en "el asunto".

Desabroché pícaramente uno de los botones de la camisa, sin querer llegar a más lejos pues sabía que a Esme le escandalizaban ese tipo de cosas... pero no podía evitar imaginarme ese tipo de cosas con ella, y desde luego la intriga podía con uno a veces. Oí unos pasos por el pasillo que hizo que me tensase un poco, sin parar de besarla... afortunadamente no eran dirigidos a la consulta. solté una especie de suspiro aliviado, mirando de roejo el reloj.

- Me lo pones mucho mejor "reconocido doctor mata con sus manos a un paciente por mirar a su esposa" - dije riendome de nuevo aunque bromera seguía plenamente concentrada en él, en sus manos, en sus labios, su olor, su cabello tan suave y rubio, su palidez tan hermosa para mi, su cuerpo, el boton de mi blusa desabrochado deje mis ensoñaciones en ese momento - Carlisle - dije como una medio advertencia un poco tensa y más aun cuando oi esos pasos que parecian venir hacia aqui. De un rápido movimiento cerre mi blusa tal y como estaba antes.

Solo suspire aliviada cuando los pasos se alejaron de aqui, seguro que ahora se reiria de mi por mi comportamiento tan tonto. Lo mire nuevamente y suspire aliviada al igual que él que volvia a mirar el reloj. Ojala se parara el tiempo y no tubiera que dejarme.

- Sabía que te reirias - murmure por lo bajo sin poder evitar sonreir yo también y más aun cuando lo vi ponerme caritas si esque estaba tan mono, como para comerselo. Pase mi mano por su mejilla con ternura - sabes que estas adorable así - comente con una sonrisa enorme en mis labios. Apesar de todo no había renunciado completamente puesto que no había apartado sus manos de mi cintura y yo seguia sentada sobre su escritorio... suspire y volvio a besarme beso que yo correspondi como es evidente.

Deje que me embolviera en sus brazos echando delicadamente mi cabeza hacia delante para apoyarla en su pecho - me encantaría que se parara el tiempo - comente cerrando los ojos estar entre sus brazos era como estar en el cielo, protegida y aislada de todo. Pero sobre todo en paz junto a la persona que más quería. Sonrei y pase mis manos por sus costados hasta su espalda para abrazarme yo también a él.

Sabía que le gustaba que pusiese caras de niño pequeño, no sabía si en parte eso sería por ser demasiado maternal incluso con sus flores, cosa que no me desagradaba y me tranquilizaba un poco... aun no sabía como Esme me seguía aguantando, ser doctor me quitaba mucho tiempo personal y a ella le dedicaba menos tiempo que a mi vida laboral... En parte la culpabilidad me mataba.

Al ver como se acomodaba sobre mi pecho, le dí un pequeño beso en su melena cobriza intensificando el abrazo y pegándola más a mí, como queriendo fusionar ambos cuerpos -Créeme.. a mi también me gustaría.- Susurré con los ojos perdidos en algún punto de la habitación, solté un suspiro pensativo y me quedé en absuluto silencio oyendo su respiración y notando sus manos gélidas en mi espalda.

- Pero sé que tu trabajo es muy importante - dije como si respondiera a sus pensamientos yo no tenía el mismo don que Edward pero en el caso de Carlisle no lo necesitaba lo conocia demasiado bien. Sabía en que pensaba y sabía que muchas veces se sentia culpable por dedicarle demasiado tiempo al trabajo - salvas a personas, de hecho si no fuera por tu trabajo nunca te habría conocido, nunca hubiera sabído lo que es un matrimonio feliz - dije con cierta melancolia.

Solia pensar lo menos posible en mi vida como humana digamos que sobre todo los últimos años no habían sido precisamente felices, más bien diria todo lo contrario habían sido los peores y últimos años de mi vida. Segui con mi cabeza apoyada en su pecho totalmente silencioso ningun corazón podía oirse en su pecho al igual que en el mio. Pero era un precio que estaba dispuesta a pagar por estar un día más junto a él.

No me sorprendió en absoluto que Esme respondiese a mis pensamientos como si fuese el mismísimo Edward, no era la primera ni tampoco la última vez que lo hacía. Ambos dos habíamos pasado demasiados años juntos como para tener algún secreto que guardar.
Escuché sus palabras, notando como una sonrisa y unos ánimos que aminoraban la culpabilidad ocupaban mi rostro mientras la seguía capturando entre mis brazos.
-Pienso que a veces eres demasiado comprensible conmigo y con mi trabajo...-
Pero eso me gustaba, al menos me hacía seguir hacia adelante con la idea que casi nadie comprendía de formar una familia no-jerárquica y poder vivir lo más normalmente posible.

Noté como se quedaba en silencio después de lo dicho, supongo que se habría quedado pensando en cuando nos "conocimos" y a decir verdad era una época que prefería no tocar demasiado, Esme lo había pasado bastante mal antes de sus últimos 3 días de sufrimiento, froté levemente su espalda, para que, en caso de que mi teoría sobre si pensaba eso o no era cierta, quitárselo en cierta forma de su mente. -Te amo.- Sentí el impulso de decirlo, haciendo que mi aliento chocase contra su cabello.

Me encogi de hombros - no creo que sea tan comprensible al menos no siempre, no soy perfecta - dije tranquila intentando dejar atrás los pensamientos y algunos recuerdos que habian venido derrepente a mi mente y que prefería que se fueran mientras antes mejor, aprete mis manos abrazandome más fuerte a él. Lo necesitaba tanto que ni yo misma en ocasiones me daba cuenta de lo vacia que quedaría mi vida si no estubiera y de lo pronto que habría acabado si él no me hubiera encontrado...

Senti su mano frotar mi espalda de manera reconfortante para mi, dibuje un esbozo de sonrisa en mi cara nuevamente y una sonrisa completa cuando oi sus palabras levante la cabeza de su pecho mirandolo a los ojos y senti la urgente necesidad de besarlo nuevamente - yo también te amo, Carlisle - susurre tomando su rostro entre mis palidas y suaves manos para acercar sus labios a los mios y fundirlos de nuevo.

Después de mis últimas palabras, la sala se quedó en un silencio, que por raro que pareciese... siempre me parecían incómodos, menos con Esme... con ella ni siquiera los desacuerdos me resultaban agrios... es más, sacaba esa mirada encendida que la hacía tan sexy y que... hacía siempre que desease hacerla mía.

Al sentirla abrazarme tan fuerte, tanto como cuando Emmett y Ed se peleaban por quien lanzaba primero en el baseball, pero no me importó, tampoco me quejé.
Oí sus palabras con gusto, mirando sus preciosos ojos ambar y una perfecta y blanca dentadura de afilados dientes asomó entre mis labios, notando como pasaba las manos de mi espalda a mi cara para darme otro beso al que correspondí gustosamente.

Mientras nos estábamos besando...al parecer Regina "pies de aire" y con unos pulmones gigantes... pues sinó no entendía como no la había oido ni pisar ni respirar, irrumpió en la sala sorprendiéndonos a mí y a Esme en el escritorio, abrió mucho los ojos y se disculpó como diciendo que no lo había hecho a posta... genial, tema de habladurías para días y días.
"Yo... disculpe Doctor Cullen, no sabía que su esposa seguía aquí" Pronunció con una sonrisa de ironía más que notable.
Carraspeé incómodo... no por mí, sinó por Esme, sabía que para esto era bastante paranóica. Me aparté para dejarle especio pues seguramente se querría levantar y me coloqué bien la camisa.

Estaba en el cielo besando a mi ángel personal y me hicieron caer estrepitosamente a la tierra de nuevo. Menos mal que Carlisle me conocia y se aparto antes de que yo lo hubiera apartado para bajarme de la mesa, devolviendo la falda a su lugar al igual que mi blusa. De haber sido todavía humana probablemente me habría sonrojado a más no poder, suerte que no podía. Mire a Regina, yo no solía ser celosa ni nada de eso pero esta chica... simplemente me sacaba de mis casillas.

¿Cómo que no sabía que estaba aqui? Si ella estaba en recepción enfrente de la puerta y no me había visto salir ¿Qué había salido por el tejado? - ya claro - masculle sarcástica muy bajo lo suficiente para que Carlisle fuera el único en esta habitación que pudiera entenderlo ella tan solo habría escuchado algo parecído al sonido de chasquear la lengua. Pase una de mis manos por mi melena peinandola un poco con mis dedos.

Bajé la mirada hasta mis lustrados zapatos, mostrando una risotada bastante baja por lo que había dicho Esme, aunque luego tuvieron que apsar algunos segundos para volverme a centrar en el tema de Regina. No era mala trabajadora... ni tampoco mala persona, pero aun no sabía por qué, a mí era al único doctor al que casi le "prohibía" ver a su mujer... Incluso de buena mano sabía que se había pasado media hora intentándole hacer creer a Esme que no estaba en el centro... por no habñar de ciertos actos que nunca le había mencionado a mi mujer por el simple hecho de que la mataría, y a los que obviamente nunca correspondí.

Fruncí el ceño clavando mis ojos en ella y soltando un suspiro impaciente -Realmente no te entiendo Regina, tu puesto de trabajo está frente al mio, y a menos que sepas de mi mujer saltando por ventanas... que nunca lo he visto y nunca lo veré, por esa puerta no ha salido nadie... si lo que quieres es cotilleos, cómprate una revista. Fuera.- Apreté las mandíbulas un poco cansado de tanto paripé, viendo como sus finas mejillas se teñían de un color del que nosotros carecíamos, sin atreverse a hablarme mal, pero llamándonos de todo por dentro. Asintió una vez y cerró de un portazo, antes como no, dirigiendo una mirada felina a Esme.

Rodé los ojos pasándome la mano por el pelo, odiaba tratar así a los empleados,pero si no me quedaba más remedio tampoco les iba a permitir las gracias. Mis ojos, un poco más calmados se dirigiéron a Esme con tono de verdadera disculpa.

Yo me consideraba una persona pacífica y me encantaban los humanos sería incapaz de hacerles daño pero esta mujer... Intentaba de una manera tan descarada quitarme a mi marido delante de mis narices que no me importaria lo más mínimo invitarla a mi casa para servirla como aperitivo a algún Vulturi. Simpre absolutamente siempre intentaba interferir, interrumpir o simplemente molestar cuando Carlisle y yo estabamos cerca.

Deje que Carlisle la despachara aunque escucharlo ser tan severo no hizo más que pintar una pequeña sonrisa en mis labios, mirandola realmente avergonzada y solte una pequeña risita con eso de saltar por las ventanas... claro nunca me ha visto ni me vera... pense divertida. Antes de salir dirigió su mirada hacia mi y yo simplemente sonrei un tanto orgullosa y alcance la mano de Carlisle para entrelazarla con la mia, para su fastidio.

- Esa chica nunca me ha gustado - dije sin más cuando ya se había ido tirando suavemente de su mano para acercarlo un poco más a mi - si no fuera porque confio plenamente en ti, podría ponerme muy celosa de esa chica - dije acariciando el dorso de su mano con mis finos dedos.

Correspondi cada uno de sus besos alegre tan solo por tenerlo cerca mio - no te disculpes no es culpa tuya que seas tan perfecto y que todas te quieran - hice una pequeña pausa sonriendole - aunque ninguna más que yo eso te lo aseguro - añadi rápidamente volviendo mi rostro para seguir la dirección de su mirada hasta el reloj...

Las manecillas se habían movido demasiado rápido, suspire ahora tocaba separarme de él hasta que saliera definitivamente de trabajar por la tarde bueno ya debería estar acostumbrada - me voy a tener que ir ya - comente subiendo mi mano hasta su mejilla para acariciarla con suavidad con las llemas de mis dedos - No puedo acaparar durante más tiempo al Doctor Cullen - dije un poco más animada para que no se quedara en una amarga despedida.