En los acantilados

El día estaba realmente estupendo, sin olas, sin aire, nada de nada. Decidí salir a pasear y sin darme cuenta apareci en lo alto de los acantilados. Me puse cerca de la orilla y miré el paisaje, era precioso, me senté y observé lo hermoso y calmado que se encontraba el mar y una pequeña sonrisita se puso en mi cara, como envidiaba a Leah, ella podía tirarse desde aquí arriba sin hacerse un rasguño y yo tenía que tener muchísimos cuidado.
A mi espalda oí unos paso y miré para atras con una sonrisa
- Hola

Había estado corriendo por todo el bosque a gran velocidad, al sentirme algo cansada fuí hacia los accantilados, qizá allí podría entretenerme un buen rato.
Me asomé por los arbustos y allí vi a Rach que me saludó
- Hola Rach, ¿qué haces aquí sola? ¿no te vigila Paul?

- Ja, ja, ja,- reí ironica,- él no me vigila, me cuida que no es lo mismo - miré hacia el mar - esta muy calmado ¿no crees?

Al principio no comprendí bien pero luego me di cuenta de que miraba al mar.
- si, no me gusta la calma - dije pensativa - me da mal rollo, siempre pasa algo malo cuando todo está así

La miré algo asustada
- Tu si que das mal rollo - negué con la cabeza - mira Leah, lo único que consigues así es amargar a los demás e impedir que yo pueda salir de casa

Me reí a carcajadas,
- Lo siento Rach, ya sabes lo melancólica que me pongo a veces - me senté en el suelo - tranquila no le diré nada a Paul de lo que pienso

Me senté a su lado
- Pues no sabes cuanto te lo agradezco amiga - dije entre risas - no sabes lo mal que llevo eso tener que quedarme en casa

- Lo que daría yo pr quedarme todas las noches en casa en vez de tener que salir a patrullar como una estupida

Hice una mueca y suspiré
- Lo siento Leah, no he debido hablarte de eso, se que no te gusta ser lo que eres.

Me encogí de hombros y sonreí
- que mas da, a veces me quejo demasiado - me eché el pelo hacia atrás - tu no eres la culpable de que esto me pase, solo hay unos culpables aquí y no puedo hacer que se vayan dado que tu hermano se moriría de la pena

Me reí
- Leah, no le eches la culpa a los Cullen, eso que te ha ocurrido a ti podía haberm pasado a mi, tu naciste con el gen, si no llegas a haber nacido con el serías igual que yo, podrías vivir con ellos tranquilamente